Ya no siento la fragancia
de aquellos besos,
donde se fueron
los sueños que nos unieron,
ya no queda nada
sopla un viento fuerte
se lo lleva todo,
olvidándose de sus crías
la paloma mensajera
en busca de otros lugares
para medrar la longeva
naturaleza delirante,
rosas que me regalabas
que en un jaro las metía
hoy vació esta ,no hay
lugar para esconderse
es el miedo que me da
caer en la profundidades
del ocaso ,rompería
todo las agujas del reloj
pararía el tiempo,
me saltan las lagrimas
semejante aberración
la actitud del ser humano.
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